Teorías neomarxistas: notas útiles sobre teorías neomarxistas

La sociología como disciplina está pasando por una crisis no histórica. Especialmente, la crisis está en el reino de la teoría. Después de 1960, la teoría sociológica clásica es sometida a varias críticas. ¿A quién le importa leer Parsons? ¿Quién se molesta por Merton?

La idea ha girado en torno al mundo académico de que la sociología es funcionalismo y el funcionalismo es sociología. Los funcionalistas, donde sea que tengan su localidad, son cada centímetro conservador y las tendencias de estado. Apoyan el cambio social, pero al mismo tiempo argumentan que debería estar dentro del sistema social definido. En 1980, el funcionalismo se mostró la puerta. Durante la década de 1980, cuando surgió la teoría social posmoderna, lanzó un golpe fatal a la teoría clásica. Las metanarrativas fueron desmitificadas y desmitificadas.

Tal vez, se dio un golpe final a la teoría de los conflictos cuando, en agosto de 1990, la antigua Rusia soviética se desintegró. No dejó margen para el desarrollo del marxismo y la interpretación marxista del capitalismo. Como diría Fukuyama, fue el fin de la historia. La única alternativa que quedaba con el mundo era el capitalismo y la democracia liberal. Allanó el camino para el surgimiento y desarrollo del neofuncionalismo.

A fines de la década de 1970, varios eruditos marxistas habían llegado a la conclusión de que el marxismo clásico estaba en un proceso de crisis, y les resultaba difícil utilizarlo como una herramienta con la cual analizar la sociedad moderna. Esto llevó al desarrollo de dos nuevos enfoques dentro de la tradición marxista:

(1) Teoría Neo-Gramciana o Análisis Discursivo, y

(2) El marxismo analítico.

Estos dos enfoques se desarrollaron al mismo tiempo y comparten el propósito declarado de renovar la teoría marxista al aportar ideas de otras tradiciones. Ambos comparten la opinión de que los textos clásicos del marxismo deben abordarse de una manera no dogmática. Para analizar los Estados Unidos y la sociedad capitalista moderna europea, el marxismo dogmático antiguo se considera redundante. El capitalismo en estos países ha sido testigo de varios cambios. El capitalismo competitivo individual fue reemplazado por el monopolio y el capitalismo de estado. Y, ahora, existe el capitalismo corporativo en forma de corporaciones multinacionales (CMN).

El marxismo dogmático no puede hacer frente a estos cambios y, por lo tanto, necesita un cambio sustancial en su contenido, método y teoría. En la India, la situación es aún peor. Aquí, de una manera más amplia, cada sociólogo es un funcionalista (excepto un puñado de sociólogos marxistas). Y, la ironía es que ningún sociólogo aceptaría su estado funcional. Es porque en la India el funcionalismo también se ha convertido en una mala palabra.

La sociedad india es una sociedad capitalista y en esta sociedad, existe una mayor necesidad de mejorar el funcionalismo. La India también pasó del capitalismo estatal al capitalismo corporativo en 1991, cuando la privatización y la liberalización se convirtieron en la política oficial del Estado-nación.

Hemos pasado de la economía de mando a la economía federal. Esto se ha sumado a la redundancia del marxismo. ¿Quién provocará el cambio en la teoría marxiana en la India? Seguramente, los sociólogos indios. Pero lo que los romanos comentaron sobre la teoría sociológica estadounidense hace unas tres décadas que la sociología de los Estados Unidos no tiene una teoría que valga el nombre, se aplica a la teoría sociológica india actual. India no tiene teorías sociológicas.

Lo que sea que tenga es una teoría adaptativa o simplemente un paquete de pequeños conceptos, que difícilmente trascienden las fronteras estatales. De hecho, estamos impacientes por recibir el neofuncionalismo 'importado' para aplicarlo a nuestra sociedad capitalista moderna y corporativa.

Aproximaciones a las teorías neomarxianas:

Marx fue un teórico dominante del conflicto en sociología y ciencias sociales. Una variedad de teorías sociológicas llevan los reflejos de las ideas de Marx. Y, curiosamente, la influencia de Marx ha estado lejos de ser uniforme. Debido a que la teoría de Marx es enciclopédica, una variedad de diferentes teóricos pueden afirmar que trabajan dentro de las pautas establecidas en su trabajo original. De hecho, aunque cada uno de estos teóricos afirma ser el verdadero heredero de la teoría de Marx, existen muchas diferencias irreconciliables entre ellos.

La teoría del neoconflicto no se ha establecido como una teoría sociológica distinta. Se aplica de forma generalizada a cualquier teoría social o análisis sociológico que se base en las ideas de Karl Marx y Friedrich Engels, pero las modifica o amplía generalmente incorporando elementos de otras tradiciones intelectuales como, por ejemplo, el psicoanálisis (como en el caso de la crítica). teoría), sociología weberiana o anarquismo (por ejemplo, criminología crítica).

Algunas de las ideas clave asociadas con las teorías del neoconflicto son:

(1) El marxismo se modifica o se extiende a la luz del capitalismo contemporáneo. Las teorías del neoconflicto han proporcionado nuevos conocimientos de diversas fuentes intelectuales.

(2) Para las teorías del neo-conflicto, el marxismo incluye tanto a Marx como a Engle. Constituyen las principales fuentes de las teorías del neo-conflicto. Para estos teóricos, la perspectiva central es del marxismo.

(3) Cualquier tema o elemento de la tradición intelectual puede ser analizado desde el punto de vista marxiano. Y, tal análisis obtiene el estado de una teoría del neoconflicto.

De hecho, las teorías del neo-conflicto son grupos sueltos de teorías. El alcance de tales teorías se vuelve inmanejable y cualquier cosa que emplee la perspectiva marxiana se convierte en una teoría del neoconflicto. Tomemos el caso de Baudrillard. Sus ideas sobre la sociedad de simulación se forman en parte a partir de un diálogo con el marxismo.

Baudrillard creía que era necesario actualizar a Marx. El marxismo ahora tenía que dar cuenta de los desarrollos contemporáneos de la tecnología de la información, el consumismo, el crecimiento de la industria del ocio y las empresas multinacionales. Para una explicación más detallada de las teorías del neo-conflicto en términos de su significado, se puede mencionar el tema del conflicto de clases.

Marx ha argumentado que el conflicto entre las clases dominantes y las subordinadas conduciría en última instancia a una revolución futura. Desde este punto de vista, la fe se coloca en el proletariado como la clase universal, que abrirá el camino hacia el socialismo. Marx da además la tesis de que la estructura económica es el factor determinante en la vida social y cultural. Pero gran parte del pensamiento posmoderno ha desafiado la idea de que cualquier clase, estructura o factor puede explicar por sí solo la historia o provocar un cambio.

Hay posmodernistas como Lyotard, Foucault, Baudrillard y otros que buscan una visión menos reductiva de la historia, la sociedad y el marxismo. Formulan una versión más radical de la democracia que el marxismo. Todos estos ejemplos ponen de manifiesto el hecho de que las teorías del neoconflicto son muy vagas y no muestran ningún carácter distinto o específico.

De la confusión de definir las teorías del neoconflicto, dos enfoques específicos han sido identificados como dos variantes de las teorías del neoconflicto como se mencionó anteriormente. Se discuten a continuación:

Teoría Neo-Gramsdan: Análisis del discurso:

A finales de la década de 1970, un intento de renovar la teoría marxista llamó la atención sobre la importancia de los escritos del marxista italiano, Antonio Gramsci. Algunos argumentaron que el trabajo de Gramsci podría sustentar un nuevo proyecto de izquierda porque insistió en que el proceso de democratización no implica una confrontación directa entre las clases.

Nacido en 1889, Gramsci se unió al Partido Comunista Italiano en 1913. A lo largo de su vida, fue un revolucionario marxista dedicado. Al final de su vida, permaneció en la cárcel por más de una década. El motivo de su encarcelamiento fue que cuestionó el control de Mussolini sobre Italia.

También fue crítico del gobierno de Stalin en Rusia. También condenó el capitalismo. Mientras estaba en la cárcel, produjo sus escritos teóricos más importantes, a pesar de largos períodos de mala salud. Su escritura clásica en la cárcel es, Selecciones de los cuadernos de la prisión (1971, Londres).

La teoría de la hegemonía de Gramsci:

La hegemonía es liderazgo o autoridad. Marx estableció que a lo largo de la historia humana, la hegemonía ha sido determinada por el control de los medios de producción y explotación de los trabajadores asalariados. Gramsci impugnó la teoría marxiana de la hegemonía o la dominación.

Argumentó que la hegemonía no era solo la dominación estructural a través de la economía o la política. Según él, era una combinación de líderes políticos, intelectuales y morales, lo que significa que involucraba superestructura o ideología e instituciones privadas, así como también políticas.

La dictadura como la de Mussolini puede o no ser un elemento en la hegemonía, las formulaciones de Gramsci son importantes:

Precisamente porque subrayan la unidad de consenso y dictadura. Este es el caso con la definición del estado integral como sigue: estado = sociedad política + sociedad civil, en otras palabras, hegemonía protegida por la armadura de coerción. Un grupo social ejerce su hegemonía sobre los grupos sociales subordinados, que aceptan su gobierno siempre y cuando ejerza su dictadura sobre los grupos sociales hostiles que lo rechazan (acérquese a Texier, citando a Gramsci).

La hegemonía, entonces, se ejerce a través del compromiso de aquellos que son persuadidos a través del control de cualquier oposición. Así, según Gramsci, la dominación o el aparato hegemónico de la sociedad incluye escuelas, iglesias, todos los medios e incluso la arquitectura, y los nombres de las calles. La hegemonía, por lo tanto, implica persuasión o consenso, así como coerción. Si esta es la hegemonía o dominación ejercida por la clase burguesa, ¿qué pueden hacer las clases trabajadoras para compensarla? Desde el punto de vista de Gramsci, es vital para la clase trabajadora no aislarse en el ghetto del purismo proletario.

Por el contrario, debe tratar de convertirse en una "clase nacional" que represente los intereses de los grupos sociales cada vez más numerosos. Para hacer esto debe causar la desintegración de las clases históricas de la hegemonía de la burguesía al desarticular el bloqueo ideológico mediante el cual se expresa la dirección intelectual de la burguesía.

La desintegración de las bases históricas de la hegemonía de la burguesía es muy difícil en comparación con el levantamiento del proletariado. Lo que Gramsci ha hecho en este caso es que ha reincorporado los asuntos ideológicos a la discusión marxista del control burgués y la revolución proletaria.

Gramsci ha promovido la idea de la posibilidad de desarrollar una democracia burguesa liberal, que desempeñará un papel positivo en la construcción de una sociedad socialista. Y, por lo tanto, Gramsci rechaza la opinión leninista de que las instituciones burguesas necesariamente tienen que ser completamente destruidas porque no tienen relevancia para la ideología de la clase trabajadora. El modelo de análisis de Gramsci es más relevante cuando se analiza en las sociedades modernas que el marxismo clásico, principalmente porque los conceptos de Gramscian permiten una mayor complejidad y porque no son derivados directos del análisis de clase rígido.

El análisis del discurso neobigsciano se introdujo a mediados de la década de 1980 y fue desarrollado por el politólogo Ernesto Laclan y el filósofo inglés Chantal Mouffe, quienes acordaron establecer un nuevo enfoque para el análisis social mediante la utilización de ideas gramcianas. Por supuesto, los textos de Gramscian solo sirven como punto de partida para el análisis del discurso, que, como su nombre lo indica, forma parte del giro lingüístico de las ciencias sociales.

Según Laclan y Mouffe, el análisis del discurso implica un esfuerzo por aplicar herramientas lingüísticas a los fenómenos sociales y políticos. En este sentido, su proyecto representa una de las contribuciones más originales a la ciencia política en los últimos diez años.

El análisis del discurso combina líneas de filosofía lingüística como el estructuralismo y el postestructuralismo. Rechaza el racionalismo, el objetivismo y las nociones deterministas de causalidad. Desde este punto de vista, el análisis del discurso tiende a ignorar el "comportamiento de clase", el "comportamiento racional" y la "maximización del beneficio". Por lo tanto, el análisis del discurso afirma que la ideología y el lenguaje son tan importantes como las relaciones materiales al explicar el desarrollo histórico. En segundo lugar, insiste en que las relaciones materiales no pueden entenderse aisladamente de las condiciones lingüísticas e ideológicas de la existencia.

La tercera afirmación es que el lenguaje y los símbolos representan las herramientas con las que se construye la realidad. Finalmente, el análisis del discurso afirma que el conflicto político y la dominación engendran cambios estructurales en la organización social. La teoría neo-gramciana, es decir, el análisis del discurso, es así un enfoque subjetivista, que considera el lenguaje, los símbolos y la conciencia ideológica como los orígenes de la acción humana.

Análisis de Marx, Gramsci y discurso.

Debe quedar claro que la teoría de Gramsci tiene una contribución sustancial al análisis del discurso. Al construir esta teoría, Gramsci ha tomado prestadas ciertas ideas de Marx. En esta teoría, Gramsci rechaza la tesis de Marx sobre el análisis de clase y sostiene que las fuerzas no basadas en la clase también pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo histórico.

Es interesante hacer diferenciaciones entre Marx y Gramsci:

(1) Marx sostiene que hay un cambio social en la sociedad pero que está enraizado en las relaciones de clase. En otras palabras, para Marx, el cambio se deriva de relaciones de clase estables. Esto no es aceptable para el análisis del discurso. El análisis del discurso sostiene que el cambio social en la sociedad no puede explicarse solo por relaciones de clase estables. Existen otras variables, como símbolos, lenguaje e ideología, que también ayudan a explicar el cambio social en la sociedad.

(2) Marx desarrolló la guerra de clases y la teoría del cambio social, particularmente a partir del determinismo económico. Esto es rechazado por el análisis del discurso. El análisis de Gramsci de la sociedad siempre fue históricamente específico y particularmente desarrollado en el contexto de un análisis de la historia italiana. La particularidad histórica italiana siempre ha sido diferente a la de Europa occidental. Y, lo que es más interesante es el hecho de que Marx siempre había sido específico a la historia occidental. Las dos historias diferentes de Italia y “Europa occidental cambiaron la estructura del análisis de la sociedad.

(3) Marx ha reducido su teoría del cambio social a las relaciones de clase solamente. Dice que la movilización del proletariado se comprometería con la revolución y, finalmente, habría socialismo. La causa raíz del conflicto es el antagonismo de clase. Gramsci no ha tomado esta teoría. Él dice que las cuestiones religiosas, culturales e ideológicas también son responsables del conflicto y la revolución. Sin embargo, debe mencionarse aquí que Gramsci, aunque introduce variables religiosas, lingüísticas, simbólicas y culturales en el análisis del conflicto y el cambio, acepta igualmente la importancia del factor económico en la aparición del conflicto.

Peter, Thomson y Anderson dejan clara la posición teórica de Gramsci:

Gramsci subraya cómo las cuestiones religiosas, culturales e ideológicas, así como las cuestiones económicas, conducen a importantes dimensiones de conflicto en el orden social. No rechaza la lucha de clases como el conflicto básico, pero lo distintivo del análisis de Gramsci es que enfatiza otras dimensiones del conflicto, que no son necesariamente reducibles al conflicto de clase.

Hay dos cosas básicas para entender el análisis del discurso. Existe la teoría marxiana del conflicto. Argumenta que el conflicto se debe a las relaciones de clase y al antagonismo de clase. Esta teoría es reinterpretada y refundida por Gramsci. Gramsci sostiene que hay conflicto en la sociedad. Este conflicto es ciertamente debido a las relaciones de clase. Pero, también agrega que las variables de religión, ideología y símbolos también juegan un papel importante en la generación de conflictos. Hay dos cosas básicas para la comprensión del conflicto. El análisis del discurso es el resultado de la teoría del conflicto de Marx y la teoría de la multivariable de Gramsci. Esto nos lleva a la discusión del análisis del discurso.

Análisis del discurso:

El término "discurso" es a menudo utilizado por los posmodernistas. Está de moda para ellos. Sin él, difícilmente pueden expresar su pensamiento. Por discurso, Anthony Giddens significa "el marco del pensamiento en un área particular de la vida social. Por ejemplo, el discurso de la criminalidad significa cómo las personas en una sociedad determinada piensan y hablan sobre el crimen ”.

El significado técnico del discurso dado por Peter, Thompson y Anderson se da a continuación:

El discurso es un horizonte de significado y acción, es decir, un cierto segmento de la realidad social que está organizado por interpretaciones y formas de acción derivadas de estas interpretaciones.

¿Cuál es el significado de conflicto?

¿Cómo se produce?

¿Qué piensa la gente al respecto?

Estas son preguntas que llaman la atención de los teóricos del neoconflicto. Mientras que Marx lo explicó con referencia a la clase, Gramsci lo explicó en términos de una pluralidad de variables. El análisis del discurso va un paso más allá. El análisis del discurso británico está influenciado por la filosofía de la lengua francesa y anglosajona, especialmente por el filósofo francés, Jacques Derrida, y el filósofo de la lengua austriaca, Ludwig Wittgenstein. Estos filósofos han argumentado que la realidad social solo puede constituirse discursivamente.

En filosofía, se hace una diferenciación entre lenguaje y realidad. Según esta diferenciación, se argumenta que en las ciencias sociales las cosas no materiales son menos significativas que las cosas materiales. Por ejemplo, la religión es menos importante que las posesiones materiales. La visión materialista es expresada más claramente por Marx. Su teoría del materialismo dialéctico es bien conocida.

El análisis del discurso no acepta la visión materialista de Marx de la historia porque diferencia entre conciencia y materialidad. Reduce el lenguaje y la conciencia a lo secundario en comparación con las relaciones materiales.

En un nuevo intento de interpretar la conciencia y la materialidad como aspectos diferentes de la misma realidad social, el análisis del discurso introduce el concepto de discurso. Este concepto rechaza cualquier distinción ontológica entre lenguaje y realidad y cualquier jerarquía de principios explicativos a priori.

El discurso, de hecho, se describe como una práctica social. Se refiere al mundo social como una realidad lingüística. A pesar de esto, el discurso no es equivalente a la noción de lenguaje. Incluye formas de práctica a través de las cuales el lenguaje, los actores y los tipos de comportamiento se conectan entre sí. Y, esta es la ontología.

El análisis del discurso que mejora a Marx y Gramsci, y que se basa en gran medida en la lingüística, es criticado por los estudiosos marxistas. Una de las objeciones más fuertes proviene de dos neo-marxistas, Bob Jessop y Norman Geras.

En su opinión, el concepto de discurso es incapaz de abordar el eje central de la teoría sociológica y marxista moderna, es decir, la relación fundamental entre las estructuras sociales y los actores sociales.

Por lo tanto, se argumenta que el análisis del discurso no ofrece una solución al problema de la estructura de la agencia en las ciencias sociales. De hecho, a menudo se sugiere que el análisis del discurso exagera el libre albedrío de los actores a costa de las restricciones estructurales dentro de las cuales operan.

Marxismo analítico:

Al principio, observamos que a fines de la década de 1970, el marxismo clásico había sido testigo de una crisis. Esta crisis se exageró con la caída de la antigua Rusia soviética en 1991. Ahora se ha hecho obligatorio para los marxistas, posmodernistas e intelectuales de la Escuela de Frankfurt que revisen todo el marco del marxismo para que pueda ser relevante estudiar la sociedad capitalista moderna. Es decir, la sociedad capitalista corporativa.

Dos enfoques han sido identificados para su revisión al marxismo. Ya hemos discutido la teoría neo-gramciana o la teoría del discurso. La teoría del discurso toma prestada de Marx y Gramsci. La teoría de Gramsci ha sido revisada y su nueva forma se conoce como análisis del discurso.

En realidad, es la teoría neo-gramciana. Gramsci, se puede reiterar, propuso la teoría de que el dominio de la sociedad no se ejerce a través de la economía y la política. Una combinación de dominación política, intelectual y moral trabaja en la sociedad. Tal teoría gramciana ha sido reemplazada o mejorada por la teoría del análisis del discurso.

Ahora volvemos al segundo enfoque de la teoría neomarxista, es decir, el marxismo analítico.

El marxismo analítico surgió alrededor de 1980. Sus figuras centrales fueron el noruego Jon Elster, el filósofo canadiense-británico Gerald A. Cohen y el estadounidense Adam Przeworski, John E. Roemer y Erik Olin Wright. El marxismo analítico también se llama marxismo de elección racional o marxismo neoclásico.

Peter, Thomson y Anderson definen el marxismo analítico como bajo:

El marxismo analítico no se define por una cierta teoría ni por ningún conjunto mutuo de supuestos clave. Más bien, se centra en ciertos temas y principios rectores relativos a los enfoques e ideales metodológicos.

Del mismo modo, Roemer y Wright escriben:

El marxismo analítico se relaciona libre y no dogmáticamente con la teoría de Marx e incluso es extremadamente crítico en ciertos puntos. Muchos elementos clave de la teoría económica de Marx, especialmente la teoría del valor trabajo, se cuestionan. El marxismo analítico también toma una posición crítica en la interpretación ortodoxa de la teoría de Marx del desarrollo histórico y la teoría de clases.

A pesar de varias variantes críticas del marxismo, el hecho es que los marxistas ortodoxos mantienen el término "marxismo". Los temas dibujados para el análisis son esencialmente marxianos, por ejemplo, la clase, la explotación, el desarrollo de las fuerzas productivas, el cambio histórico y el papel del Estado y la política y las revoluciones.

Además de los temas tradicionales del marxismo, el marxismo analítico también plantea una serie de nuevas preguntas que tradicionalmente se han descuidado. Por ejemplo, ¿cómo pueden comportarse las clases como actores colectivos?

¿La clase obrera bajo el capitalismo moderno tiene interés en el socialismo? ¿Es posible una revolución socialista? ¿Existe la explotación en las sociedades socialistas ahora disueltas? ¿Existen razones moralmente justificables para la demanda de igualdad?

Los temas cubiertos por el marxismo analítico apenas agitan a nadie. Estos temas siempre han sido parte de la crítica marxiana. Lo que es interesante es que al acuñar el término "analítico", se ha puesto énfasis en la capacidad metodológica, el rigor y la claridad lingüística que se inspira en la filosofía analítica, las matemáticas modernas, otro método utilizado por la ciencia burguesa contemporánea.

El marxismo analítico enfatiza aún más el supuesto de la racionalidad individual, egocéntrica y el individualismo metodológico. La teoría de la elección racional y la teoría de juegos también se incluyen en el marxismo analítico.

Teórico del neoconflicto: Jurgen Habermas:

Jurgen Habermas pertenece a la segunda generación de intelectuales de la Escuela de Frankfurt. Fue asistente de Adorno en la Escuela de Frankfurt. En 1961, fue nombrado profesor de Filosofía y Sociología en la Universidad de Heidelberg.

Regresó a la Escuela de Frankfurt en 1964. Fue uno de los partidarios firmes del marxismo. Sin embargo, reconoce que muchas de las ideas de Marx se han vuelto obsoletas. Se mueve hacia Weber como fuente de ideas alternativas.

Sin embargo, también sugiere que algunos de los principios básicos que inspiraron la escritura de Marx deben mantenerse. Habermas escribe: “No hay alternativa al capitalismo, ni debería haberlo: el capitalismo ha demostrado ser capaz de generar una enorme riqueza. No obstante, algunos de los problemas fundamentales que Marx identificó en la economía capitalista siguen ahí, como su tendencia a producir una depresión o crisis económica. "Necesitamos establecer nuestro control sobre los procesos económicos que han venido a controlarnos más que nosotros a ellos".

Habermas nació en Gummersbach, Alemania. Tenía experiencia personal de vivir en el régimen nazi. También había presenciado la Segunda Guerra Mundial. Su acercamiento a la vida fue influenciado por la era nazi. Varias de sus ideas se pueden remontar a la situación política que prevalecía en Alemania.

En su adolescencia, Habermas se sorprendió por los juicios de Nuremberg y el descubrimiento de los horrores del régimen nazi. En la década de 1950 se preocupó por las continuidades entre el régimen nazi y el estado emergente de Alemania Occidental. Habermas era mentalmente un hombre destrozado que estaba buscando seriamente un marco social que asegurara que el fascismo no reapareciera.

Básicamente, Habermas era un gran estudiante de filosofía. Estudió en Gotinga, Zúrich y Bonn. Obtuvo su doctorado en Bonn. Habitándose en distintos lugares de Alemania, Habermas regresó a la cátedra de sociología y filosofía en la Universidad de Frankfurt en 1982 y permaneció allí hasta su jubilación.

Los libros de Habermas se enumeran a continuación:

(1) Hacia una Sociedad Racional, Londres, 1970

(2) Conocimiento e intereses humanos, Boston, 1971

(3) Teoría y práctica, Londres, 1974.

(4) Crisis de legitimación, Londres, 1976

(5) La teoría de la acción comunicativa (Vol.1), Boston, 1984

(6) La teoría de la acción comunicativa (Vol.2), Boston, 1987

(7) La Nueva Conservación, Cambridge, 1989

(8) Conciencia moral y acción comunicativa, Cambridge, 1990.

De hecho, es difícil trazar las influencias intelectuales que conformaron la carrera académica de Habermas. Tenía conocimiento enciclopédico de las teorías filosóficas y sociales contemporáneas. Sin embargo, en su trabajo han sido fundamentales los teóricos de la Escuela de Frankfurt y los teóricos clásicos, Marx, Freud y Weber. Su enfoque principal es transformar la crítica negativa de la teoría crítica original en un programa positivo para la práctica emancipatoria.

Las teorías centrales de Habermas:

Habermas determinó su estrategia de investigación de acuerdo con su concepción de la sociedad. Analizó la naturaleza histórica de la sociedad y la dividió en cuatro tipos: primitivo, tradicional, capitalista y postcapitalista. Según él, las sociedades primitivas eran sociedades de parentesco. En estas sociedades, la edad y el sexo constituían el principio organizativo.

Aquí, el cambio se produjo como resultado de factores externos que tienen en cuenta las identidades familiares y tribales. Las fuentes habituales de cambio social fueron el crecimiento demográfico, en relación con las facturas ecológicas y, sobre todo, la dependencia interétnica como resultado del intercambio económico, la guerra y la conquista.

Las sociedades tradicionales eran aquellas donde existía la dominación política. Habermas define esta categoría de sociedades como aquella en la que el dominio del sistema de parentesco es reemplazado por el poder y el control del estado.

Además describe las sociedades tradicionales:

En las sociedades tradicionales comenzó a aparecer la diferenciación y la especialización funcional. El cambio social o las crisis se produjeron como resultado de las contradicciones entre los reclamos de validez de los sistemas de normas y justificaciones que no pueden permitir explícitamente la explotación, y una estructura de clase en la cual la apropiación privilegiada de la riqueza producida socialmente es la regla. El resultado fue una "mayor represión" para mantener la integración del sistema.

Al hablar de las sociedades capitalistas, Habermas distinguió entre la sociedad liberal capitalista y la sociedad capitalista avanzada. El principio organizativo del capitalismo liberal es la relación entre el trabajo asalariado y el capital que está anclado en el sistema de ley civil burguesa.

En este tipo de sociedad, el intercambio económico se convierte en el medio dominante y el poder del estado se limita a:

(a) Protección de los burgueses de acuerdo con el derecho civil (policía y administración de justicia);

(b) Protección del mecanismo de mercado contra efectos secundarios autodestructivos;

(c) Satisfacción de los requisitos previos de producción en la economía en su conjunto (educación, transporte y comunicación en las escuelas públicas); y

(d) Adaptación del sistema de derecho civil a las necesidades que surjan del proceso de acumulación (fiscal, bancario, derecho mercantil).

Habermas a las sociedades poscapitalistas, Habermas sostiene que en estas sociedades el capitalismo liberal se transforma en capitalismo regulado por el estado. En estas sociedades, hay aumento de las multinacionales. El estado en estas sociedades interviene en la economía debido a los problemas de dirección causados ​​por las fluctuaciones económicas.

Como resultado, la distinción entre los sistemas económico y político tiende a desaparecer cuando, por ejemplo, el estado ofrece subsidios a la industria, establece esquemas de creación de empleos y ofrece alivio fiscal para atraer a la industria.

Ahora explicamos algunas de las teorías centrales de Habermas que tienen relación con las teorías del neoconflicto.

La crítica de Habermas al marxismo:

Habermas, como hemos mencionado anteriormente, es un teórico crítico de segunda generación. Ha escrito extensamente sobre comunicación y esto le ha ayudado a desarrollar su teoría crítica. Le preocupa reformular la teoría marxiana a la luz de la sociedad posmoderna. Por lo tanto, desarrollando sus propias teorías críticas, ha proporcionado una crítica al marxismo.

Sus principales argumentos contra el marxismo se dan a continuación:

El concepto de trabajo y producción de Marx es incapaz de entender la vida cultural y política:

Habermas estaba comprometido con el marxismo. Perteneció a la Escuela de Frankfurt. Pero criticó algunas de las teorías dogmáticas del marxismo. Marx explicó el capitalismo a través de las relaciones de producción. Habermas lo impugnó. Antes, el estado y la economía eran independientes entre sí.

El estado siguió la política de laissez-faire. Pero ahora, en la sociedad moderna, ha surgido el capitalismo de estado. El estado es un socio activo y, por lo tanto, tiene un papel más importante en la decisión del futuro de la sociedad. En tal situación, no es solo la estructura económica la que determina la estructura social. Los factores políticos también juegan un papel decisivo.

En las sociedades avanzadas las formas de opresión han cambiado:

Una característica muy sorprendente del capitalismo es la alienación, la opresión y la explotación del trabajo. Esto era cierto cuando existía el capitalismo monopolista. Habermas rechaza la teoría de la opresión-explotación de Marx. Ahora, el proletariado no tiene conciencia para la movilización. Son remunerados satisfactoriamente.

Sus beneficios son más que varios. Preguntas de Habermas: En la nueva situación, ¿por qué el proletariado debería cometer una revolución? El problema con ellos es que sienten que son una gran cantidad de personas privadas. Su pobreza ahora no es absoluta; es relativo. Así, la explotación y la opresión han sido reemplazadas por la privación psicológica y étnica. Habermas está convencido de que el trabajo de la sociedad capitalista moderna ahora no necesita ir a por una revolución.

El marxismo ha fracasado en la Rusia soviética:

La caída de la Rusia soviética ha demostrado hasta cierto punto la debilidad teórica del marxismo. Marx malinterpretó los problemas del proletariado. Pensó que la sociedad rusa era esencialmente una sociedad agrícola. Y aquí estaba el problema. Había industrialización.

Al igual que Europa occidental, Europa del Este también dio un paso gigantesco hacia la industrialización. Luego vino el fordismo y el posfordismo. En tal situación, la idea de Marx de que la extensión del capitalismo terminaría con la revolución era errónea. La realidad de hoy es que con el aumento del capitalismo, el trabajo también se ha vuelto próspero. Ahora, el estado, en lugar de volverse coercitivo, se ha convertido en bienestar.

Max ha descuidado totalmente la superestructura:

No solo Habermas, los posmodernistas, incluidos los posmodernistas marxistas como Jameson, han criticado a Marx por su superestructura socavadora. Marx ha discutido la evolución de las relaciones de producción, pero ¿qué pasa con la evolución de la religión, la ideología, la cultura y los valores?

De hecho, la evolución es un proceso integral, que también incluye la superestructura, además de la estructura económica. Habermas, en esta etapa de su discusión, expone el concepto de razón de la comunicación. Argumenta que la comunicación juega un papel importante en el desarrollo de la infraestructura y la superestructura. Símbolos, interacción, etnicidad y lenguaje son los medios de interacción. Estos no pueden ser descartados.

La lucha de clases y la ideología de Marx se han vuelto irrelevantes:

Habermas argumenta que el capitalismo ha cambiado tan drásticamente que las dos categorías clave de la teoría marxiana, a saber, la lucha de clases y la ideología, ya no pueden emplearse como están. El capitalismo avanzado, regulado por el estado, suspende el conflicto de clases comprando a los trabajadores con un mejor acceso a bienes y servicios.

La probabilidad de que las marcadas diferencias entre los propietarios del capital y los no propietarios se vuelvan más obvias, promoviendo una conciencia revolucionaria entre los desposeídos, se ve superada por el brillo de la sociedad de consumo.

Al comentar sobre el estado del conflicto de clases en la sociedad capitalista moderna analizado por Habermas, Adams y Sydie (2001), escriba:

Class distinction persist (even today), but according to Habermas, they are not central to social conflict. Conflict in modern society involves underprivileged groups who are not class as such and certainly do not represent the majority in the society…. Like the earlier conflict theorists, Habermas has abandoned the proletariat as a potentially emancipatory force, and he has problems finding another group to replace them.

He also tends to overlook the situation in non-western countries and the possibility that emancipatory transformation may arise as a result of the obvious inequities of global capitalism. He has suggested that the only truly revolutionary group in western societies is the women's movement.

Habermas' neo-conflict or critical theories:

The work of Habermas and the earlier critical theorists is predicted on the idea that theory was central to the practical transformation of society. The Frankfurt School worked on this belief. They were hopeful to change the society. But Habermas, and earlier critical theorists, the revolutionary agent of such transformation was difficult to identify.

Critical theory stresses the importance of fundamental transformation which has little basis in social struggle, but tends to lose sight of important social and political struggle both within the west and beyond it – struggles which have changed and are continuing to change the face of politics. We now describe some of the major critical theories of Habermas.

Communication and domination theory:

As a critical theorist, Habermas was very much concerned with Marxism. And, what does Marxism mean to him? Emancipation of mankind. There might be disagreement with Marx but all Marxists, whether structuralists, poststructuralists, or postmodernist share this concern for emancipation of mankind.

Habermas argued that we should not expect any revolution from the proletariat class. They are now a pampered class of people within the trap of the capitalist class. The pampering of proletariat has also defeated class war. In such a situation, Habermas puts his critical theory of communication and domination.

Habermas expands Marx's conception of humanity by adding language, ie, communication to work. Labour is a distinct feature of species being. The introduction of language as a significant part of human development led Habermas to concentrate on how it could lay the foundation for emancipatory practice.

Language or communication has two aspects:

(1) Undistorted communication, and

(2) Distorted communication.

(1) Undistorted communication:

It refers to the conditions under which social goals and values can be discussed on a rational egalitarian basis so that consensus can be reached on the ends and values to be perused. Undistorted, rational communication only occurs when the peculiarly constraint-free force of the better argument prevailed.

The situation of undistorted communication is, in fact, perfect communication. Each society has its own means-end schema and the general consensus emerges out of this schema. Such a communication does not create any problem in the society.

(2) Distorted communication:

This aspect of communication refers to the realm of psychoanalysis. In Freudian psychoanalysis the patient is encouraged through a process of self-reflection to become aware of previously repressed needs.

Recovery (freedom) results from the patient's recognition of this self-imposed repression. As with the psychoanalyst, the role of the critical theorist is to assist the repressed to recognize and understand their collective, social situation and, as a result, formulate emancipatory practices.

Habermas regards this endeavour as particularly important today because of the extent to which science and technology distort communication in the interest of technological rationalization and the political reinforcement of repression. Distorted communication is equivalent to Marx's false consciousness.

Domination and communication:

In order to solve the problem of domination, Habermas suggests the construction of an ideal speech community. He explains his thesis with reference to Max Weber. Weber has given an ideal type of action. One such type is purposive rational action.

Habermas introduces purposive rational action in the economy to the knowledge spheres of science, art, and political/legal/moral theory. His main point was that purposive rationality penetrates everyday practices, especially everyday communications, and contributes to the loss of meaning in everyday life. The modern capitalist society is today governed by purposive rationality, everything has a price.

As a matter of fact, in this society, everything can be justified in rational means-end schema. This results in the sideline of normative life. In fact, everything is made obsolete. In this situation, the emotional desires and subjective institutions are relegated to the irrational sphere. A way can be made out of this. We need to construct an ideal speech community.

Some of the features of the ideal speech community given by Habermas are as below:

(1) All individuals capable of speech can participate in the debate;

(2) All individuals have equal rights to give their reasons for their stated position; y

(3) No individual can be denied the right to participate in the debate.

The objective of constructing the ideal speech community is to guarantee that the force of better (rational) argument will prevail. Second, it is also to link theory and practice. Third, it is also linked with Marx. Marx said that ideology could be understood as distorted communication by giving false communication.

The ideal speech situation is, therefore, politically important in providing the foundation for the full realization of human needs and interests. The very nature of communication in the ideal speech community is one of mutual trusts and comprehension rather than the achievement of rational instrumental ends.

Positivism and communication:

In the modern capitalist society, we are all vulnerable to distorted communication. The TV screen displays day in and day out: “Our studies show that those who use this brand of toothpaste, never get tooth decay; no matter how many times they visit ice-candy parlour ….” Or, our “brand of suiting and shirting makes a man complete.”

The critical theorists, one and all, are against positivism. In the modern capitalist society, there is domination of science and technology. And, science and technology in most of the cases create distorted communication.

Habermas maintained that science and technology were not neutral or objective procedures without any evaluative weight. Surely, in the early 19th century, science was a progressive force, but by the 20th century, science in its positive form had become a form of ideological domination.

Positive science becomes a means for the manipulation of both the natural and social world in the interest of technical rather than social progress. Furthermore, Habermas claimed that science was “no longer understood as one form of knowledge; rather knowledge was now identified as science”.

The advanced capitalism or what Jameson calls 'late capitalism' may be charged with shrewdness and falsehood. It gives a general understanding that all our problems – political or moral – have a technical solution. In our total life, Habermas says, there is domination of scientism.

The individual becomes powerless in the face of technological experts, whose presumed efficiency in solving social and economic crises is presented as being in the best interests of the individual. What is the result of such a domination of science and technology in our life, Jameson comments?

The depoliticization of the mass of the population by science gets objective power over individuals' self-understanding. The dominance of technological rationality and positivist science over all spheres of life was not an inevitable process, although ideologically it might be presented as such.

Admittedly, like several other critical theorists, Habermas rejects positivism. But his rejection is on the ground that science uses distorted communication to enslave the individual. This should mean that Habermas abandons science altogether. He saw science as an instrument, which frees individuals from the constraints of external nature.

What Habermas argues is that the place of science in the society must be balanced by a politics that was enlightened and emancipatory. A basic distinction needed to be made between rational-purposive action (Weber's ideal type), on the one hand, and communicative action of values and beliefs, on the other.

To conclude, we can say that Habermas had been a witness to several events that engulfed the world. He had suffered as a Jew from the Nazi regime. He had witnessed the Second World War. And, he was in the intellectual company of some of the stalwarts of Frankfurt School. He was a strong supporter of Marxism. But, he was also a critique of dogmatic Marxism. He applied critical theorists' perspective to re-examine Marxism.

Habermas argued that modern capitalism cannot be analyzed adequately with the dogmatic Marxism. He, therefore, suggested that class struggle and ideology – the two key categories of Marxian theory – need to be updated. State-regulated capitalism has made class war defunct. The proletariat has lost their interest in revolution and its outcome – socialism. Habermas has constructed his own theory of communication and domination.

He argues that due consideration should also be given to the values, beliefs and symbols of society. He stresses on psychoanalysis methods also. His central themes of theory are to improve upon dogmatic Marxism and lead the modern capitalist society to the doorsteps of human emancipation. That is what Marx wanted to attain and that is what we all want to attain.

Habermas sees critical theory as true to its Marxist origin. Its objective is to analyze the abstractions of social life that conceal the real relations of exploitation and domination. To accomplish this, the analysis must concentrate on the “grammar of forms of life”.

Therefore, Habermas sees critical theory as true to the origins of sociology:

Sociology originated as a discipline responsible for the problems that politics and economics pushed to one side…. Its theme was the changes in social integration brought about within the structure of old European societies by the rise of the modern system of nation-states and by the differentiation of a market regulated economy. Sociology became the science of crisis par excellence; it concerned itself about all with the anomic aspects of all the dissolution of traditional social systems and the development of modern ones.

Neo-Marxist theorist: Louis Althusser:

Louis Althusser was the founder of Marxian structuralism. He was a genius. Essays written by him in the 1960s had the greatest and most long-lasting impact. He is considered to be a Marxist philosopher and conflict theorist.

He was certainly the most influential social theorist working in any tradition. Right from 1960, he continued to publish through the 1970s, becoming increasingly explicit in his criticisms of the French Communist Party leadership. Finally, the personal turmoil and madness, which had been ever present in his life, led to tragedy and confinement in a psychiatric institution for much of his last decade.

Althusser was born in Algeria in 1930. Later on, he moved to France with his parents. According to his biography, Althusser's childhood was very unhappy, tormented by his powerful and authoritarian father, and his sexually repressed and obsessive mother, whose love he experienced overpowering.

Brought up as a Catholic, he spent much of the war in a German prisoner-of-war camp. After the close of war he came to Ecole Normale Supericure in Paris as a student. Though as a student Althusser joined the Communist Party, he always bound himself in conflict with his party leadership and the 'official' party theorists.

Althusser called himself a scientific Marxist rather than a structuralist Marxist. He rejected humanistic Marxism, simplified 'up-side-down' Hegelianism, and the notion of the inevitable revolution growing out of capitalism, historically specific. Marxism related to a single time and place. He also rejected Marx's economic determinism.

His works are given below:

(1) For Marx, 1969

(2) Elements of Self Criticism, 1974

(3) Reading Capital (with Etienne Balibar), 1970

(4) Lenin and Philosophy and Other Essays, 1971

(5) Philosophy and the Spontaneous Philosophy of the Scientists and Other Essays, 1990

Althusser's criticism of Marxism:

Althusser's criticism of Marxism is on several counts. It would be interesting here to mention that Francois Dosse (1977) says that French intellectuals' attention towards Althusser was for latter's two insights: the one historical and the other economist.

The historical mistake was in a simplified viewing of social class as the subject of history. “Class is but one portion of societal complexity, one bearer of social structure.” The other misreading of Marx reduced classes to relations of production only.

The other criticisms made against Marx are given below:

Reaction of economic determinism:

Althusser has raised the problem of Marx's economic determinism in his book, Reading Capital (with Balibar). Here, he has analyzed Marx's views on history and society. Marx explains the structure of society with the conceptual framework of mode of production. Mode of production is bound together by two sorts of relationship – relations necessary to the tasks of production and ownership relations, through which surplus wealth is acquired by the class of owners.

The different types of society that have existed in history or are found in other parts of the world (ancient, feudal, hunter-gatherer, capitalist, and so on) can be classified in terms of the different ways in which the various elements are combined together. So far, the account is little more than an attempt to make more precise the existing 'orthodox' understanding of Marx's economic thought.

It is here that Althusser parts company with Marx. He rejected economic determinism and argued that a society consisting of a number of distinct structures or practices of which the economy was only one. These structures included ideological, political, and no theoretical practices. Each of these structures has its own reality, its own contradictions.

Each makes its own contribution to the wider social processes. However, Althusser admits that all structures are not equal in their contributions to the whole. Some structures have greater influence compared to others.

Despite this weakness, Althusser proposes that superstructure should get all attention to understand the society adequately:

It does not imply that nothing important goes on in the superstructure. The real problem was that Marx had not developed an adequate theory of the superstructures to compare with his economic theory. One of the most urgent jobs to be done by contemporary Marxists was to correct this weakness in Marxism by developing theories of ideology and politics.

Anti-historicism:

Althusser argues that Marx has been misread about history. Marx stood for historicism. By historicism is meant linear changes. Althusser does not object to it. Historicism further explains that historical change is for progress, for the betterment of society. In other words, history has always an upward mobility. Marx stood for such a conception of history. Althusser did not accept Marx's progressive ideas about history. On Althusser's reading of it, Marx's great breakthrough was to overthrow this way of thinking about history.

The faith often present in the communist movement that “history is on our side” or the eventual victory of the working class movement was somehow written into the historical process was, in Althusser's view, completely un-Marxist. In other words, Marx believed that historical change is always progressive change.

Now, there is the regime of the bourgeois, history would bring change and consequently, there would be regime of the proletariat. Such a progressive linear historicism was not acceptable to Althusser. He argues that historical processes were open-ended. In our own time, postmodernist writers such as Lyotard have proclaimed the end of widespread belief in historical metanarratives such as Mancism. Ironically, if Althusser's reading is correct, Marx was the first modernist.

Anti-humanism:

Althusser has also criticized Marxist humanism. And, therefore, he is described as anti-humanist. There are several approaches to humanism. One very common approach to humanism is the freedom of individual. It is the individual who as human being has all the privileges to make choices.

This kind of humanism sometimes is also called 'voluntarism'. It took its extreme form in Sartre's existentialism. In economics, even today, individual's rational choice assumes importance. Giddens has also stressed the importance of individual identity. Althusser was not against such a kind of humanism.

But he was against it or was anti-humanist with reference to Stalin's 'errors and crimes'. Whatever atrocities Stalin committed were on the humanist ground, that he exercised his rational choice. If this was the version of humanism, Althusser accepted, he was anti-humanist.

Althusser's superstructure or ideological theory:

Marx was an economic determinist. His thesis was that it is the economy which determines superstructure, ie, ideology, religion and values. As discussed above, this theory was rejected by Althusser. Althusser developed his own theory of superstructure.

We have discussed it elsewhere also. Here, we would only say that Althusser gave a systematic treatment to the question of the superstructure in an essay written soon after the revolutionary events of Paris 1968. The essay is entitled: 'Ideology and Ideological State Apparatus' (1971).

In this essay, Althusser gives two types of superstructures: Repressive State Apparatus (RSA) and Ideological State Apparatus (ISA). The state (RSA) exercises its coercion through the police, the courts of law and the army.

At the ideological level (ISA), the state controls the society through education, economy, trade unions, family, religion and communications media. The RSA functions to maintain the social order whereas ISA seeks to mobilize the consent of the masses of people.

Althusser, following Gramsci, argues that in most of the western societies, the legitimacy or recognition is given to class domination, ie, domination by the bourgeois. It means most people, most of the time, are not in open revolt against the system.

But, the question Althusser raises is: why do people give their consent or legitimacy to the state? He says that it requires continuous ideological work, conducted under the ideas of the ruling ideology within the institutional framework of the ISA.

As individuals pass from family to school to university, as they participate in rituals, watch TV and so on, they acquire a sense of their own personal identity and place in society which at the same time prepares them for a life of willing obedience to the requirements and tasks allotted to them.

This process of ISA is, what Althusser calls interpellation, the acquisition by an individual of a sense of who they are which carries with it a set of ideas about their place in the social world, bound up with the necessary skills and attitudes. Here, Althusser departs from Gramsci and previous Marxists. The RSA and ISA, according to Althusser, constitute the superstructure and their superstructure is not determined by economy.

Althusser's structural Marxism:

Defining structuralism, Kurzwell (1980) once asserted that “ultimately all social reality is the interplay of the as yet unconscious mental structures”. Claude Levi-Strauss, the French anthropologist, applied for the first time structuralism to the studies of primitives.

It also affected the thinking of the psychoanalyst, Jacques Lacon. Althusser brought to Marxism, structuralism which dominated French scholarship from the 1950s to 1970s, and even though it waned after that, structuralist language continued to be used.

Althusser was brought up and nurtured in the condition of French structuralism and Marxism. In fact, his first commitment was to Marxism. And, therefore, he interpreted it from the perspective of structuralism.

For Althusser, the human society is a structured whole. The structure consists of complex mental and physical conditions. This complexity of mental conditions includes contradictions about which Marx spoke.

When Althusser rejects economic determinism, historicism and humanism, and advocates the theory of structuralism, he becomes a structuralist. His structuralism consists of all these rejections plus his theory of superstructure. It is Althusser's structuralism which makes him to examine scientific Marxism.

What makes Althusser a Marxist structuralist? Marxism has long been talking about capitalist society which is exploitive and coercive. However, its exploitation is a complex mix of political domination, control over economic production, property and ideological hegemony. Its oppressive character means that it requires change – a change involving revolution, not just gradual continuous evolution.

Present-day Marxists disagree on the likelihood, location and timing of the revolution, but they continue to agree for its necessity. As a structuralist, Althusser talks about complex human nature. For him, human nature is freedom.

He defines it as under:

Freedom is the essence of man just as weight is the essence of bodies. Thus, the oppression of humans goes against human nature. Existence under capitalism is “man dispossessed, alienated, ” liberal freedom is not enough, human nature requires the revolt of man against his inhuman conditions. The essence of humanity is freedom, which can only be achieved by the overthrow of an inhuman, oppressive society.